Ciertas veces,
quedan
a lo largo de nuestra vida,
en nuestro interior,
algunos espacios vacíos.
Tal es así,
que inconsciente o conscientemente,
intentamos llenarlos.
Sucede que, cuando llenamos
ese espacio con algo pequeño,
nos falta más,
nos sentimos incompletos,
sufrimos,
esperamos...
Y nada... No cambia nada...
La espera es en vano,
porque lo que es pequeño,
pequeño queda...
Entonces todo indica
que algo mejor y más grande
tiene que haber...
Es bueno en estos casos
soltarlo,
dejarlo ir...
Todo encuentra su lugar
en el espacio que le corresponde.
Lo magnífico llega,
cuando tiene que llegar...