Podría cerrar mis ojos e imaginar
que en algún lugar
más allá
existe un gran oasis.
Podría suplicarle al cielo
aquellas cosas
que hacen mi verdad.
Y llenarme la vida
con deseos
Y llenarme el alma
con recuerdos.
Pero no hace falta.
Hoy estás acá.
Y ya nada de eso hace falta.
Porque al cerrar mis ojos
estás
y al abrirlos no te vas.
Porque no fue el cielo
quien nos trajo
sino las ganas de intentar.
Hoy mi alma se sacia de vos
y los recuerdos se renuevan.
No necesito nada más.
Mientras hoy estés acá
ya nada de aquello hace falta
Porque al cerrar mis ojos
estás
y al abrirlos sabré que no te irás.
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