Recuerdo aquellas horas
cuando nuestras cosas se enredaban,
cuando la noche atestiguaba,
y la brisa,
y tus manos
envolvían mi alma.
Fue, de todas
mi mejor morada.
Por qué no supiste?
Por qué no intentaste?
Si fui llana.
Si fui humana.
Pero no entiendo
y las preguntas me matan.
Recuerdos que me atan.
Sentimientos que no descansan.
Y eran nuestras miradas
cómplices de la nada.
Por qué no luchaste?
Por qué te acobardaste?
Hoy te traigo
pero queda sola el alba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario